sábado, 27 de diciembre de 2008

Causas de la crisis global de los precios de los alimentos, y la respuesta campesina

Ecología Política (España) 36:18-21. 2008.

Causas de la crisis global de los precios de los alimentos,

y la respuesta campesina

Peter Rosset y Dana Rocío Ávila*


El mundo contemporáneo se encuentra ante una crisis de altos precios de los alimentos que ya ha provocando motines en diversos países de Asia, África y América. Como dice Leonardo Boff, «ya han estallado revueltas de hambrientos en cuarenta países sin que la prensa empresarial, comprometida con el orden imperante, haya hecho referencia alguna. Los hambrientos siempre dan miedo» (Boff, 2008). Estas revueltas finalmente están haciendo que los principales actores relacionados con la alimentación presten atención a este tema, aunque con versiones muy distintas de las causas reales y soluciones propuestas. Los organismos multilaterales como el Banco Mundial y la FAO, y las corporaciones transnacionales, señalan como responsables de los problemas a la falta de suficiente liberalización del comercio y de presencia del sector privado, y a los cambios de dieta en países como la China. Como salida a la crisis recetan más libre comercio y cultivos transgénicos. Las organizaciones campesinas ven causas de largo y corto plazo y proponen una solución holística y comprensiva (La Vía Campesina, 2008a).


Las organizaciones campesinas no esperan que, de las manos de quienes han creado la enfermedad, ahora sea socializada la cura. En la pasada cumbre de Seguridad Alimentaria y Retos del Cambio Climático y la Bioenergía, convocada por la FAO en Roma en junio de este año (Vivas, 2008), existía la oportunidad histórica de construir una salida mediante una práctica concreta a la cotidiana lucha contra el hambre y la pobreza en el mundo, pero al contrario esta reunión se caracterizó por la ausencia de soluciones al problema del hambre y la crisis en la producción de alimentos en el mundo. Solo fue escuchada una voz, la de los países ricos y los organismos internacionales, quienes proponen optar por medidas asistencialistas, de libre comercio, y apoyo a la producción y comercio del paquete tecnológico que incorpora las semillas transgénicas y garantiza a las multinacionales el aumento y la continuidad en el consumo de los agroquímicos.


A nuestro juicio, parece que ya llegó la hora de La Vía Campesina Internacional.[1] Desde hace más de 10 años la alianza global de las organizaciones campesinas ha estado construyendo una propuesta alternativa para los sistemas alimentarios de los países, la soberanía alimentaria (La Vía Campesina et al., sin fecha; Rosset, 2006). El año pasado se constató en el Foro Mundial de la Soberanía Alimentaria, realizado en Mali, que este debate ha venido ganando terreno en muchos otros movimientos sociales, como los de los pueblos indígenas, las mujeres, los consumidores, los ambientalistas, algunos sindicatos, y otros actores. Pero a nivel de gobiernos y organismos internacionales, había llegado a oídos más o menos sordos, sobre todo para los gobiernos de los países con mayor concentración de capital y de renta, con la excepción de algunos gobiernos más progresistas que ahora comienzan a tomar esta propuesta muy en serio (por ejemplo Venezuela, Bolivia, Ecuador o Nepal).


CAUSAS DE LA CRISIS[2]


¿Cuáles son las causas de las alzas extremas de los precios? Según la Vía Campesina hay causas de largo plazo y causas de corto plazo. En cuanto a las primeras, se destacan los efectos de tres décadas de políticas neoliberales y de comercio libre sobre los sistemas alimentarios. En casi todos los países se ha desmantelado la capacidad productiva nacional de alimentos, sustituyéndola por una capacidad creciente para producir agroexportaciones. Esta transformación ha sido estimulada por enormes subsidios al agronegocio provenientes de los erarios públicos, y ha tenido numerosas consecuencias, ya ampliamente denunciadas por organizaciones ambientalistas y movimientos campesinos en la década pasada, entre ellas se han acentuado los efectos del cambio climático con el deterioro de la biodiversidad y los suelos, producto del modelo industrializado de producción agrícola (Rosset, 2006).


Son los sectores campesinos y de agricultura familiar los que alimentan a los pueblos del mundo; los grandes productores tienen vocación de exportar. Pero a los primeros se les han quitado los precios de garantía, los paraestatales de comercialización, los créditos, la asistencia técnica y, sobre todo, su mercado, inundado primero por importaciones baratas hasta arruinarlos, y una vez capturados estos mercados nacionales por las empresas trasnacionales, ahora receptores de importaciones muy caras (Rosset, 2006). La destrucción de la vida campesina es tan grave que ha sido caracterizada, con razón, como una «guerra» contra el mundo rural (Rodríguez Lascano, 2008).


A la vez, el Banco Mundial y el FMI han obligado a los gobiernos a deshacerse de las reservas de cereales en manos del sector público, haciendo que en el mundo de hoy tengamos uno de los márgenes más estrechos en la historia reciente entre reservas y demanda, lo cual provoca el alza y la volatilidad de los precios (Rosset, 2006). O sea que los países casi no tienen ya ni reservas ni capacidad productiva, y son dependientes de las importaciones, que ahora suben de precio. Otras causas de largo plazo, pero en menor escala, son los cambios en los patrones de consumo en algunos países, como la preferencia por la carne por encima de dietas vegetarianas, aunque esta causa ha sido muy exagerada (Ray, 2008).


Entre las causas de corto plazo, la más importante es la entrada repentina del capital financiero especulativo, los llamados fondos de riesgo o hedge funds, en las bolsas de los contratos a futuro de los cereales y otros alimentos, los llamados commodities (Macwhirter, 2008). Con el colapso de la burbuja artificial del mercado inmobiliario de Estados Unidos, su desesperada búsqueda de nuevas oportunidades de inversión les hicieron descubrir estas bolsas de alimentos. El capital financiero es atraído por la volatilidad de cualquier mercado, ya que toma sus ganancias tanto en las subidas como en las bajadas, apostando como si fuera un casino. Apostando, pues, con la comida de la gente (La Vía Campesina, 2008b). Estos fondos hasta ahora han inyectado unos 70 mil millones de dólares extras a los precios de los commodities, inflando una burbuja que coloca los alimentos fuera del alcance de los pobres. Y cuando la burbuja entra en su inevitable colapso, van a quebrar a millones de agricultores del mundo entero.


Otro factor en el corto plazo ha sido el boom de los agrocombustibles, que compiten por área de siembra con los cultivos alimenticios y el ganado (Shattuck, 2008). En Filipinas, por ejemplo, el gobierno ha firmado acuerdos que comprometen un área de siembra para agrocombustibles equivalente a la mitad del área sembrada de arroz, alimento principal de su población. Debe ser considerado un crimen contra la humanidad alimentar a coches en lugar de personas.


También, el alza mundial de los costos de los insumos agroquímicos, como resultado del alto precio del petróleo, es un factor importante y contribuyente a corto plazo (Schill, 2008). Otros factores recientes incluyen sequías en algunos países, y los esfuerzos del sector privado reaccionario, conspirando con la CIA y las trasnacionales, para exportar los alimentos de Venezuela, Bolivia y Argentina, generando escasez artificial como manera de desestabilizar sus gobiernos. O en caso de la «crisis de la tortilla» en México, haciendo acaparamiento para especular con los precios (Hernández Navarro, 2007).


SOBERANÍA ALIMENTARIA: UNA SALIDA DE LA CRISIS


Frente a este panorama, y sus implicaciones futuras, se destaca una sola propuesta que esté a la altura del reto. Bajo la propuesta de Soberanía Alimentaria los movimientos sociales, y un número creciente de gobiernos progresistas o semiprogresistas, proponen re-regular los mercados de alimentos que fueron desregulados por el neoliberalismo. E inclusive, regularlos mejor que antes, con una real gestión de la oferta, haciendo posible encontrar precios que sean justos tanto para los productores como para los consumidores (La Vía Campesina et al., sin fecha; Rosset, 2006).


Esto significa volver a proteger la producción nacional de los países, tanto contra el dumping de alimentos importados con precios artificialmente baratos, que socava la producción nacional, como de alimentos artificialmente caros, como ahora. Significa reconstituir las reservas públicas de cereales y las paraestatales de comercialización, ahora en versiones mejoradas, con la participación fundamental de las organizaciones campesinas en su gestión, quitando a las trasnacionales el control sobre nuestra comida. También significa incentivar la recuperación de la capacidad productiva nacional, proveniente del sector campesino y familiar, por medio de los presupuestos públicos, los precios de garantía, los créditos y otros apoyos, y la reforma agraria genuina. Urge la reforma agraria en muchos países para reconstruir al sector campesino y familiar, cuya vocación es producir alimentos, ya que el latifundio y el agronegocio suelen producir sólo para coches y para la exportación. Y se tienen que implementar controles, como han hecho algunos países en los últimos días, contra la exportación forzosa de alimentos que son requeridos por la población nacional (La Vía Campesina et al., sin fecha; Rosset, 2006).


Además, urge hacer un cambio de la actual tecnología en la producción, hacia una agricultura basada en los principios de la agroecología, sustentable, una producción agrícola que parta del respeto y del equilibrio con las condiciones naturales, la cultura local y los saberes tradicionales. Está demostrado que los sistema de producción agroecológicos pueden ser más productivos, resisten mejor las sequías y otros cambios climáticos, y que por su bajo uso de recursos energéticos son más sustentables económicamente. Porque ya no podemos tener el lujo de producir alimentos cuyos precios estén vinculados al petróleo (Schill, 2008), ni mucho menos dañar la productividad futura de los suelos por medio de la agricultura industrial de grandes extensiones de monocultivos mecanizados y llenos de venenos y semillas transgénicas.


En fin, ya llegó la hora de La Vía Campesina y la Soberanía Alimentaria, la posibilidad de hacer posible que los alimentos que son consumidos por las familias en las grandes ciudades y en las regiones más apartadas, sea garantice por la producción de la agricultura campesina y familiar.


LITERATURA CITADA


BERTHELOT, J. (2008), «Summary of Critical analysis of the causes of the explosion in world agricultural prices». Última visita: 11 de agosto de 2008 en http://www.landaction.org/spip/spip.php?article316.


BOFF, L. (2008), «¿Economía de revolución?». Última visita: el 11 de agosto de 2008 en http://www.redescristianas.net/2008/
08/02/¿economia-de-revolucionleonardo-boff-teologo.


Genetic Resources Action International (GRAIN) (2008), «El negocio de matar de hambre: Es necesario cambiar radicalmente la política alimentaria ¡YA!». Última visita: 11 de agosto de 2008 en http://www.grain.org/articles/?id=40.


HERNÁNDEZ NAVARRO, L. (2007), «Cargill: ‘el maíz de sus tortillas.’» La Jornada (México), 30, enero, accesado el 29 de Julio de 2008 en: http://www.jornada.unam.mx/2007/01/30/index.php?section=opinion&article=021a1pol.


LA VÍA CAMPESINA (2008a), «Una respuesta a la Crisis Global de los Alimentos: ¡Los/as campesinos/as y pequeños agricultores pueden alimentar al mundo!» Última visita: 11 de agosto de 2008 en http://www.viacampesina.org/main_sp/index.php?option=com_content&task=view&id=507&Ite mid=1.


(2008b) La Vía Campesina. «Crisis alimentaria: ¡no se puede jugar al casino con la alimentación!» (2008c). Última visita: 11 de agosto de 2008 en http://www.viacampesina.org/main_sp/index.php?option=com_content&task=view&id=5 12&Itemid=1.


et al. (sin fecha), «Nuestro Mundo No Esta En Venta: Primero está la Soberanía Alimentaria de los Pueblos.» (Sin fecha). Última visita: 11 de agosto de 2008 en http: //www.citizen.org/documents/wtooutoffoodesp.pdf.


MACWHIRTER, I., «The trading frenzy that sent prices soaring.» New Statesman 17 abril 2008, Última visita: 11 de agosto de 2008 en http://www.newstatesman.com/world-affairs/2008/ 04/haiti-food-price-commodities .


RAY, D.E. (2008), «Data show that China’s more meat-based diet is NOT the cause of ballooned international corn prices?». Informe, Agricultural Policy Analysis Center, University of Tennessee.


RODRÍGUEZ LASCANO, S. (2008), «La crisis alimentaria como instrumento de la Guerra.» Rebeldía (México), 5(60):10-16.


ROSSET, P.M (2006), Food is Different: Why We Must Get the WTO Out of Agriculture. London: Zed Books.


SCHILL, S.R. (2008), Perfect storm for fertilizer prices. Ethanol Producer Magazine, junio, online edition. Última visita: 29 julio 2008,

nhttp://www.ethanolproducer.com/issue.jsp?issue_id=84.


SHATTUCK, A. (2008), The Agrofuels Trojan Horse: Biotechnology and the Corporate Domination of Agriculture. Institute for Food and Development Policy, Policy Brief no. 14 (2008). Última visita: 29 julio, en http://www.foodfirst.org/ en/node/2111.


VIVAS, E. (2008), «FAO: más libre comercio, más hambre» (2008). Última visita: 11 de agosto de 2008 en http://www.viacampesina.org/main_sp/index.php?option=com_ content&task=view&id=528&Itemid=1.



* Peter Rosset es Investigador, Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (CECCAM), Co-coordinador, Red de Investigación- Acción sobre la Tierra (http://www.acciontierra.org ), y miembro del Equipo Técnico de la Vía Campesina, Región América del Norte (rosset@globalalternatives.org); y Dana Rocío Ávila es Miembro de la Coordinación Política y Pedagógica del Instituto Universitario Latinoamericano de Agroecología «Paulo Freire» (IALA), Vía Campesina, Barinas, Venezuela. Militante del MST-Brasil (agroecologia.dana@gmail.com).


[2] Las aserciones en esta sección que no llevan citas son de: Berthelot, 2008; La Via Campesina, 2008b; GRAIN, 2008.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Carta de los movimientos sociales al presidente Lula



Rebelion

En reunión convocada por la Secretaria General de la Presidencia de la República entre el presidente Lula y Movimientos Sociales y ONGs, fue entregada al gobierno Lula, el 26/11 una carta firmada por cerca de 60 entidades, con las preocupaciones y propuestas sobre la situación social y económica del país La reunión aconteció desde las 3 p.m. en el Palácio do Planalto, contando también con la presencia de los ministros Luiz Dulci (Secretaria General), Dilma Roussef (Casa Civil) y Guido Mantega (Hacienda).

Lea la carta:

Presidente Lula,Saludamos el Gobierno Federal por la iniciativa de escuchar a los movimientos sociales y sindicales, populares, pastorales sociales y entidades que actuamos organizando nuestro pueblo, frente al grave cuadro de crisis que ya se hace sentir y que -todo lo indica- se va a profundizar sobre nuestra economía, nuestra sociedad y especialmente sobre el pueblo brasilero.Queremos aprovechar esa oportunidad para presentar nuestras propuestas concretas que el Gobierno Federal debe implementar con vistas a la preservación de los intereses del pueblo, no solo el de las empresas y del capital.

El conjunto de esas propuestas está inserto en el espíritu general de que debemos aprovechar la brecha de la crisis para cambiar la política macroeconómica de naturaleza neoliberal en aras de construir un nuevo modelo de desarrollo nacional, basado en otros parámetros, sobretodo en la distribución de la renta, en la generación de empleo y en el fortalecimiento del mercado interno.
Nuestra preocupación fundamental es aprovechar para que en ese cambio se logren medidas concretas que logren mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo, garantizando los derechos a la educación pública, gratuita, democrática y de calidad en todos los niveles; a la vivienda digna; acceso a la cultura e a las reformas urbana y agraria.

Desgraciadamente, gran parte de nuestro pueblo no tiene acceso a esos derechos básicos. Sabemos que poderosos intereses de los capitalistas locales, de las empresas trasnacionales y, sobretodo, del sistema financiero, concentra cada vez más riqueza, renta e impiden que nuestro pueblo pueda desfrutar de la riqueza por él mismo producida.

Ya estamos hartos de tanta dominación capitalista y nos damos cuenta de las crisis financieras y de la ofensiva de los intereses del imperio que controla las riquezas naturales, minerales, el agua, las semillas, el petróleo, la energía y el resultado de nuestro trabajo.

Frente a eso, queremos presentarle algunas propuestas concretas para que podamos solucionar, de hecho, los problemas que afectan al pueblo e impedir que las grandes empresas trasnacionales y los bancos trasfieran para el pueblo el costo de la crisis.

Propuestas de articulaciones internacionales:

1. Como respuesta a la crisis, defendemos el fortalecimiento de la estrategia de integración regional, que se materializa desde mecanismos tales como el MERCOSUR, Unasur y Alba.

2. Apoyamos medidas como la sustitución del dólar en las transacciones comerciales por monedas locales, como recién se hizo entre Brasil y Argentina, y sugerimos que esa medida sea adoptada por el conjunto de los países de América Latina.

3. Defendemos la consolidación lo más rápido posible del Banco del Sur, como un agente que promueva el desarrollo regional y estimule el crecimiento del mercado interno entre los países de América Latina y como un mecanismo de control de nuestras reservas, APRA impedir la especulación de los bancos, del FMI y de los intereses del capital de los Estados Unidos.

4. Afirmamos que la crisis actual económica y financiera es de responsabilidad de los países centrales y de los organismos por ellos dirigidos: la OMC, el Banco Mundial y el FMI. Defendemos un nuevo orden internacional que respete la soberanía de los pueblos y naciones.

5. Pedimos vuestro empeño y compromiso con la retirada inmediata de todas las fuerzas extranjeras de Haití. Ningún país de América Latina debe tener bases y presencia militar extranjera. Proponemos, en su lugar, la constitución de un fondo internacional solidario para la reconstrucción económica y social de aquel país. Presentamos también nuestra oposición a la reactivación de la Cuarta Flota de la Marina de Guerra de Estados Unidos en aguas latinoamericanas.

PROPUESTAS DE POLÍTICAS INTERNAS

1. Controlar y reducir inmediatamente las tasas de interés.

2. Imponer un riguroso control del movimiento del capital financiero especulativo, instituyendo quarentenas e impidiendo el libre camino, penalizando con elevados impuestos sus ganancias.

3. Defendemos que todos los gobiernos deben utilizar las riquezas naturales, de energía, del petróleo, de los minerales, para crear fondos solidarios para invertir en la solución definitiva de los problemas del pueblo, como derecho al empleo, educación, tierra, vivienda. Para ello, el gobierno brasilero necesita cancelar inmediatamente la nueva subasta del petróleo, marcada para el 18 de diciembre próximo.

4. El Gobierno Federal debe revisar la política de mantenimiento del superávit primario, que es una vieja y desgastada orientación del FMI -uno de los responsables por la crisis económica internacional. Y debemos usar los recursos del superávit primario para hacer voluminosas inversiones gubernamentales en transporte público, construcción de viviendas populares para la gente de bajos ingresos, valorizando de esa forma la reforma urbana y agraria; incentivando a la producción de alimentos por la agricultura familiar y campesina. Hacer fuertes inversiones en la construcción de escuelas, contratación de profesores para universalizar el acceso a la educación de nuestros jóvenes, en todos los niveles, en escuelas públicas, gratuitas y de calidad.

5. Defendemos que el gobierno establezca metas para la apertura de nuevos puestos de trabajo desde un amplio programa de incentivo a la generación de empleos formales, especialmente, entre los jóvenes. Reajustar inmediatamente el salario mínimo y los beneficios de la seguridad social como principal forma de distribución de renta entre los más pobres.

6. Controlar los precios de los productos agrícolas pagados a los pequeños agricultores, implantando un masivo programa de garantía de compra de alimentos, a través de la CONAB (Compañía Nacional de Abastecimiento). Hoy, las empresas trasnacionales que controlan el comercio agrícola están penalizando a los agricultores, reduciendo en 30%, en media, los precios pagados por el leite, maíz, carne de cerdo y aves. Pero, en el supermercado, el precio continúa en ascenso.

7. Revocar la Lei Kandir (1) y volver a tener impuesto sobre las exportaciones de materias primas agrícolas y minerales para que la población no sea penalizada, para estimular su exportación.

8. El gobierno federal no puede usar dinero público para subsidiar y ayudar a salvar los bancos y empresas especuladoras que siempre ganaron mucho dinero y ahora, en la crisis, quieren transferir su costo a toda la sociedad. Quien siempre defendió el mercado como su "dios regulador", ahora que asuma las consecuencias de eso. En ese sentido, los bancos públicos (BNDES-Banco Nacional de Desarrollo Social, Caja Económica Federal e Banco de Brasil) deberían estar orientados no para prestar socorro al gran capital, sino APRA beneficio de todos los pueblos.

9. Reducir la jornada de trabajo en todo el país y en todos los sectores, sin reducción de los salarios, como una de las formas de aumentar los cupos. Y apenar duramente a las empresas que están dimitiendo.

10. La media continúa concentrada en manos de pocos grupos económicos. Ese cuadro refuerza la difusión de un pensamiento único que privilegia el lucro en perjuicio de las personas y excluye la visión de segmentos sociales y de sus organizaciones del debate público. Para revertir esa situación y poner la media al servicio de la sociedad es preciso ampliar el control de la población sobre las concesiones de radio y TV, fortalecer la comunicación pública y garantizar condiciones para el funcionamiento de las radios comunitarias, poniendo fin a la represión sobre ellas. Por todo eso es urgente que el gobierno federal convoque la Conferencia Nacional de Comunicación.

11. Para garantizar los territorios y la integridad física y cultural de los pueblos indígenas y quilombolas (2), como determina la Constitución, el gobierno federal debe continuar demarcando las tierras y realizando la ‘desintrusão’ (3) de estos territorios en todo el país, sin ceder a las crecientes presiones de los sectores anti-indígenas -tanto políticos como económicos. En la lucha por sus derechos territoriales, los pueblos indígenas y quilombolas han enfrentado la violencia y la discriminación cada vez más fuerte en todo el país. Llamamos especial atención en ese momento a la urgencia para la demarcación de las tierras tradicionales del pueblo indígena Guarani Kaiowá, que vive en Mato Grosso do Sul (centro-oeste de Brasil). Actualmente, ellos están confinados en ínfimas porciones de tierra y, principalmente, por ello hay un alto índice de suicidios entre el pueblo.

12. Realizar la auditoría integral de la deuda pública para lanzar las bases técnicas y jurídicas para la renegociación soberana de su montante y de su pago, considerando las deudas histórica, social y ambiental de las cuales el pueblo trabajador es creedor.

13. Defendemos una reforma política que amplíe los espacios de participación del pueblo en las decisiones políticas. Una reforma no solo electoral, sino que amplíe los instrumentos de democracia directa y participativa.

14. En tiempos de crisis, hay una investida predatoria sobre los recursos naturales como forma de acumulación fácil y rápida; por ello, no podemos aceptar las propuestas irresponsables de cambios en la legislación ambiental por parte de los representantes del agronegocio, que pretende reducir las áreas de reservas legales en la Amazonia y las áreas de encuestas, topos de sierras y áreas inundadas en el que resta de la Mata Atlántica. Demandamos la creación de una política de preservación y recuperación de los biomas brasileros

15. Contra la criminalización de la pobreza y de los movimientos sociales. Por el fin de la violencia y por el libre derecho de manifestación de los que luchan en defensa de los derechos económicos, sociales y culturales de los pueblos.
Esperamos que el gobierno ayude a desencadenar un amplio proceso de debate en la sociedad, en todos los segmentos sociales, para que el pueblo brasilero perciba la gravedad de la crisis, se movilice y luche por cambios.
Atentamente,

* Firman:
Via Campesina Assembléia Popular - AP Coordenação dos Movimentos Sociais - CMS Grito dos Excluídos Continental Grito dos Excluídos Brasil Associação Nacional de Ong’s - ABONG Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra - MST Central Única dos Trabalhadores - CUT União Nacional dos Estudantes - UNE Marcha Mundial de Mulheres - MMM Central dos Trabalhadores e Trabalhadoras do Brasil - CTB Central Geral dos Trabalhadores do Brasil - CGTB Central de Movimentos Populares - CMP Associação Brasileira de Imprensa - ABI Confederação das Associações das Associações de Moradores - CONAM Caritas Brasileira CNBB/Pastorais Sociais Comissão Pastoral da Terra - CPT Conselho Indigenista Missionário - CIMI Movimento dos Pequenos Agricultores - MPA Movimento dos Atingidos por Barragens - MAB Movimento das Mulheres Camponesas - MMC União Brasileira de Mulheres - UBM Coordenação Nacional de Entidades Negras - CONEN Movimento dos Trabalhadores Desempregados - MTD Movimento Trabalhadores Sem Teto - MTST União Nacional Moradia Popular - UNMP Confederação Nacional das Associações de Moradores - CONAM Movimento Nacional de Luta por Moradia - MNLM Ação Cidadania Conselho Brasileiro de Solidariedade com Povos que Lutam pela Paz - CEBRAPAZ Associação Brasileira de Rádios Comunitárias - ABRAÇO Coletivo Brasil de Comunicação - INTERVOZES Rede Brasil sobre Instituições Financeiras Multilaterais Jubileu Sul Brasil Movimento pela Libertação dos Sem Terras - MLST União Estudantes Secundaristas - UBES União Juventude Socialista - UJS Evangélicos pela Justiça - EPJ União nacional de Entidades Negras - UNEGRO Federação Estudantes de Agronomia do Brasil - FEAB Pastoral da Juventude do Meio Rural - PJR Associação dos Estudantes de Engenharia Florestal - ABEEF Movimento dos Trabalhadores Desempregados - MTD Confederação Nacional Trabalhadores Entidades de Ensino - CONTEE Confederação Nacional Trabalhadores da Educação - CNTE Confederação Nacional do Ramo Químico - CNQ/CUT Federação Única dos Petroleiros - FUP Sindicato Nacional dos Aposentados e Pensionistas - SINTAP/CUT Associação Nacional de Pós-graduandos - ANPG Confederação Nacional dos Metalúrgicos - CNM/CUT Movimento Camponês Popular - MCP Coordenação das Organizações Indígenas da Amazônia Brasileira - COIAB Conselho Indigenista de Roraima - CIR Federação Trabalhadores Metalúrgicos do Rio Grande do Sul Ação Franciscana de Ecologia e Solidariedade Instituto Nacional Estudos Sócio-econômicos - INESC

Notas de la traducción / edición:
(1) La Ley Kandir isenta del tributo ‘ICMS’ (Impuesto sobre Circulación de Mercancías y Prestación de Servicios) los productos y servicios destinados a la exportación. Su autor fue el diputado Antônio Kandir (PSDB- SP)
(2) Quilombolas es designación común a los esclavos refugiados en ‘quilombos’, o descendientes de esclavos cuyos antepasados huyeron de las plantaciones de caña de azúcar para constituir comunidades quilombolas. Hoy, más de dos mil comunidades quilombolas en todo el territorio brasilero se mantienen vivas y actuantes, luchando por el derecho a la propiedad de sus tierras, consagrado por la Constitución Federal de 1988.
(3) ‘Desintrusão’ - retirada de los invasores de tierras.

http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=ES&cod=36246